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SOY HIJA DE LA MUJER DE MAIZ
Estoy aquí, pero existo en la memoria
de mí mismo, en un determinado tiempo
y en un determinado lugar.
José Saramago.
La necesidad de reconocerme o reencontrarme con mi propia historia —que creía perdida— es lo que me impulsa a hacer este viaje a la memoria de mis ancestros mujeres, para dar cuenta de quién soy y lo que hoy descubro a partir de esta búsqueda.
“La búsqueda de algo perdido es sin duda, el origen de la memoria; algo perdido e irrenunciable que puede darse en diferentes maneras o, más bien en diferentes grados. Es algo que necesita ser mirado nuevamente. Mas esta necesidad, imperativa hasta el sacrificio, es propia de la función de ver y de verse que el ser humano padece antes que ejercita. Ver lo que se vive y lo vivido, verse viviendo, es lo que íntimamente mueve el afán de conocimiento, lo que de un modo directo o dando un rodeo lo conduce.”
El objetivo es contribuir con esta reflexión, para que la mirada y la voz de nuestro género trascienda. Descender al fondo de la memoria y hurgar en la historia de nuestro país, es esencial para cuestionar el origen y la raíz de una genealogía que apuntale mi ser mujer de maíz.
Como mexicana me mueven hilos invisibles que me definen en los sentimientos, el amor, la conciencia, los instintos; en sí, en mi manera de pensar y sentir. Esos hilos de la mexicanidad que tengo tan arraigados en mi ser, me permiten expresar lo que hasta el día de hoy soy.
Aclaro que eso llamado mexicanidad es aparentemente invisible, pues forma parte de la cultura que como mujer he aprendido y asumo, por el lugar en donde me he desarrollado y por mi historia. Así pues, parto de esas fibras intangibles que están en mis sentidos, que trato de desenredar y desentrañar.
Soy más que una
historia mágica
que rinde frutos
en la tierra
con la lluvia
con el viento
Soy mazorca
hija-madre
hermana-abuela
mujer en el camino
soy de maíz
Miná W
Septiembre 2014